sábado, 10 de mayo de 2008

Argentino A Zona B Fecha 2

TALLERES (Perico) 1-AT. TUCUMAN 2
Jugando así, los sueños se hacen realidad
Atlético derrotó a Talleres con autoridad: la diferencia individual y colectiva fue incuestionable
Fuera de Perico no hay taquicardia. Hasta el clima cambia, porque la temperatura baja. Pero en el corazón de la tribuna sur no se siente. Miles de tucumanos alientan. Pasan 25’ de mucha pierna fuerte y poco juego. Alcázar “atiende” a Sarría y a Erroz; y Bressán devuelve. ¿Y Stenovet (perdón, Stevenot)? Siga, siga. Otro show lo dan los técnicos. Solari aplaude y Juárez grita que así no va. Hasta que un sol se cuela entre las nubes. Y el 8 se ilumina. Pablo Hernández, chico 10, había dicho que jugar con Sarría hacía todo más simple. Y se notó cuando “Capé” mandó el centro al área chica y “Remolino” saltó más que todos para pegar el primer grito de una tarde que no se olvidará.
La jugada del gol fue una obra de laboratorio. La primera que sale bien desde que Solari cierra las puertas de las prácticas. Pero antes del tiro libre hubo un síntoma ganador de Atlético. Talleres buscaba el primero, pero no veía huecos. Así que Pugliese retrocedió la pelota hasta Campi. El arquero sacó mal con los pies por la presión y se ganó una falta.
Luego del gol, el técnico jujeño se descargaba con Aráoz, encargado de las pelotas paradas, todas despejadas por el enorme Luna, el sólido Bressán, el criterioso Martos y el sorprendente Hernández, que hasta hizo un doble salto con las piernas abiertas para el segundo gol, que estaba al caer.
También hubo tiempo para el ole y el toque, Longo empezó a desequilibrar y un centro suyo le llegó a Montiglio. Pugliese metió la mano, pero el árbitro ignoró el penal. La última fue otra jugada de salón: Sarría sorprendió a todos y Rodríguez tiró “mordido”. Hubo lluvia de aplausos al equipo por el primer tiempo, pero bronca por la mínima diferencia. No quedaba otra que esperar el complemento.
Atlético tardó en encontrar la pelota. Juárez se animó a sacar un defensor para poner a Paolo Rossi, que no es pariente del ex crack italiano.
Además, Ischuk dominaba con seguridad cada envío al área. Había tensión por liquidar el pleito, mientras el profesor Sánchez y López transmitían tranquilidad a los plateístas. Por única vez, De Almeida ensayaba un tirito y el arquero le pedía atención a Martos. Bressán seguía impasable y Hernández irresistible, ganando faltas y oxígeno. Juárez se jugó la última carta, tan vieja como “Speedy” González. Pero Hernández, con 21 frescos años, demostró que es un caradura en serio cuando aprovechó un horror de la dupla central y sacó un zurdazo letal. Fue el gol que desató la fiesta total, gritado por todos: hasta por “Yaya” Alvarez, que precalentaba y se reía con Sánchez del doblete del crack. Los centros jujeños tenían menos vida que un domingo a la siesta. Como la que se tomó Matías Rodríguez en el área de Ischuk y Stevenot inventó el penal del descuento. De todas formas, el sueño de ascenso no se mancha.
Síntesis
TALLERES (PERICO): Campi (5); Torres (4), Javier Juárez (5), Bauza (4) y Pugliese (5); Wander de Almeida (3), Carlos Medina (4), Alcázar (4) y Daniel Aráoz (5); Matías Rodríguez (3) y Leichner (4). DT: Oscar Juárez.
ATLETICO: Ischuk (7); Bressán (8), Luna (9) y Martos (7); Montiglio (6), Verón (6), Erroz (8) y Longo (7); Hernández (10) y Sarría (7); y Luis Rodríguez (5). DT: Jorge Solari.
GOLES: Primer tiempo: 27’ Hernández (A). Segundo tiempo: 22’ Hernández (A) y 49’ Medina, de penal (T).
Cambios: 52’ Paolo Rossi (4) por Torres (T), 65’ Rubén González por Aráoz (T), 68’ Gastón González por Alcázar (T), 77’ Diego Bonaldi por Longo (A), 81’ Héctor López por Sarría (A) y 87’ Carlos Paratore por Rodríguez (A).
Cancha: Gimnasia y Esgrima de Jujuy (local Tallares).
Arbitro: Maximiliano Stevenot (Bell Ville).

Talleres cayó sin atenuantes
Atlético Talleres fue una sombra respecto del equipo que ganó hace siete días atrás, y por eso cayó sin atenuantes ante Atlético Tucumán en el estadio “23 de Agosto” de la capital jujeña. El partido jugado ayer contó con gran marco de público, y a la postre favoreció al “decano” por 2 a 1 con goles de Pablo Hernández en dos oportunidades, y el descuento desde los doce pasos de Carlos Medina.Con el argumento básico del “pressing”, más la sociedad creativa de hombres con buen pie y personalidad en el medio campo, el conjunto de Jorge Solari se llevó tres puntos valiosísimos de la “tacita de plata” en el camino hacia la gran final por el ascenso al Nacional B. Por contrapartida, los dirigidos por Eduardo Juárez nunca pudieron manejar los hilos del partido, quedando sus intenciones tácticas relegadas ante las dimensiones de la cancha y por la categoría del rival que le mostró toda su personalidad desde el primer minuto.
Justamente fue Atlético el que salió de arranque a ganar el medio campo y mandar en las acciones del juego. Con la figura de Diego Erroz como enlace, y la creatividad de Sarría y Hernández que le ganaron siempre las espaldas a sus marcadores, el equipo visitante se fue metiendo en campo del “expreso”, inhibiendo todas las intenciones del local. A los 15’ el “Capé” habilitó a Longo en profundidad, y este tiró un centro que no pudo conectar el “pulguita” Rodríguez.
Luego vino una tibia respuesta de Talleres con un tiro libre de Aráoz, pero de nuevo la iniciativa volvió a los pies de los jugadores “decanos” que, sin impacientarse, pero metiendo mucha presión y jugadores en el campo rival, iba a tener sobre los 27’ su premio a la convicción. Sarría colocó un centro perfecto al segundo palo de Campi que Hernández conectó de cabeza para el gol.
Esto en vez de hacer reaccionar a Talleres, lo puso aún más nervioso y varios jugadores cometieron algunas torpezas que casi terminan en el segundo tanto de Atlético. Como una mala salida de De Almeida que terminó en los pies de Sarría y un remate que tapó el golero local o también una incursión de Longo superando a Torres, centro y posterior remate de Montiglio que se desvió por la mano de Pugliese.
En el complemento el “Expreso” intentó reaccionar y salir a buscar el ataque, con Daniel Aráoz en la función de enganche, tratando de conectarse con Leichner y Matías Rodríguez. Pero los intentos fueron pobres y siempre se interpuso la firme defensa visitante. La línea de tres de Atlético se hacía tan impenetrable, que el “pilin” y De Almeida se vieron obligados a probar de media distancia sin éxito ante el seguro Lucas Ischuk.
El técnico Juárez probó con otros cambios en su equipo, pero ninguno dio los resultados esperados. Ingresó Paolo Rossi y también Rubén González, pero otra vez se encendió el “Capé” Sarría que a los 22’ habilitó a Hernández, que contó con la desinteligencia de la defensa local y pudo definir ante el palo izquierdo de Campi. Antes del final Luis Rodríguez casi estira las diferencias en el marcador, pero luego “speddy” logró que le cometieran falta penal, que Carlos Medina se encargó de traducir en gol desde los doce pasos. Igual, la conquista llegó tarde y ya no servía para torcer la historia.

EDUARDO JUAREZ
“No le encontramos la vuelta”
El técnico de Talleres de Perico, Eduardo Juárez, manifestó que: “Ellos pegaron en los momentos justos, el cotejo fue muy disputado en todo el terreno y nosotros no le encontramos la vuelta para ganar el encuentro”.
“En el primer tiempo ellos llegan al primer gol después de una pelota parada y después no generaron demasiado”.
“Hoy no se dio, este grupo siempre salió de momentos difíciles y tenemos que trabajar para revertir esta derrota”.
“Nosotros en el primer tiempo salimos a jugar de contra, después con la desventaja tuvimos que cambiar sobre la marcha”. “Pero me voy conforme con la actitud del grupo que dejo todo para poder revertir la historia y ahora hay que pensar en lo que viene”.
“El cotejo no tuvo claridad y ellos lograron abrir el mismo después de un descuido nuestro, creo que si hubiésemos logrado el descuente el final hubiese sido otro”.
¿Te vas preocupado por el rendimiento?
“No, creo que este grupo se entrego al máximo para lograr un resultado positivo que no se pudo dar, el encuentro se jugó con los dientes apretados y ellos tuvieron fortuna para marcar en los momentos justos”. “Por ahí habíamos planificado el cotejo de una manera y no salió”. “Uno habla hoy (por ayer) con el diario del lunes, ahora hay que pensar en lo que viene”.
“Nosotros fuimos y fuimos y no le encontramos la vuelta para poder quedarnos con el triunfo, pero lo mas importante es que nosotros siempre lo buscamos”.
¿Influyo el no haber entrenado en el “23 de Agosto”?
“No, para nada el cotejo se dio así, fue muy importante el marco de publico que se vio hoy (por ayer) y estoy eternamente agradecido a la gente que nos acompaño”.
“Lo que tenemos que tener en claro es que este no fue el último partido que jugamos, tenemos posibilidades ya que queda la vuelta en Tucumán y cuatro partidos para seguir ilusionados”.

RECAUDACION HISTORICA
Trece mil almas en el estadio
El cambio de escenario a Talleres de Perico le permitió marcar la mejor recaudación de la institución, ya que el estadio “23 de Agosto” albergo a trece mil personas.
El hincha desde muy temprano empezó a darle el colorido adecuado a un cotejo que reunía las características principales de una final por el ascenso a otra categoría.
La gente no quiso perderse uno de los acontecimientos del año ya que durante la semana se hablo mucho del enfrentamiento entre “Azurros” y “Decanos”, y llegando al estadio por distintos medios e invadiendo la Tácita de Plata con cánticos y mucho colorido a la espera del choque.Entregando una verdadera fiesta del fútbol norteño con un recibimiento espectacular a los dos combinados.
Los tucumanos colmaron la tribuna “Sur” con cinco mil quinientos hinchas, que no se casaron de cantar, también tuvieron un espacio en la platea.La convocatoria realizada desde la comisión directiva “Azurra” y del plantel, dio un buen resultado ya que estuvieron todos.Para destacar el apoyo de los hinchas de Talleres que llegaron en un buena concurrencia en total fueron siete mil quinientas personas.La dirigencia se mostró muy conforme con la recaudación, pero a la vez con bronca por la derrota del “Expreso”.
Atlético desplegó un fútbol eficaz y superó a Talleres de Perico por 2 a 1
Hernández marcó los dos goles para los "decanos", a los 27 minutos del primer tiempo y a los 22 del segundo. Pero a los 44 minutos, el conjunto jujeño descontó con un tanto de Medina, desde los doce pasos. Los hinchas tucumanos colmaron la "Tacita de Plata".
Bajo el aliento de una multitud de hinchas "decanos", Atlético Tucumán derrotó con un juego eficáz a Talleres de Perico por 2 a 1, en la "Tacita de Plata", por la segunda fecha de la fase final del Torneo Argentino "A".

En los primeros minutos del encuentro, Talleres de Perico arrancó se mostró más incisivo que Atlético, aunque no generó situaciones de gol. Pero el despliegue de Diego Erroz y Martos en la mitad de la cancha superó a los volantes jujeños y le permitió a los tucumanos avanzar en el terreno de juego.
A los 27 minutos, llegó un centro de Claudio Sarría que Pablo Hernández cabeceó en el segundo palo para marcar el primer gol del partido.
En el segundo tiempo, los "decanos" consolidaron su superioridad y acorralaron a Talleres contra su propio arco y desplegaron un juego ordenado en todas las líneas.
En el minuto 22 llegó el segundo grito de Hernández: el volante tomó un rechazo de la defensa jujeña, y definió contra un palo del arquero. Era el segundo gol de los tucumanos. Muy cerca del final, Talleres logró descontar con un gol de Medina, desde los doce pasos.
El próximo compromiso de Atlético será ante Unión Sunchales, en el estadio Monumental.
Fuente:http://www.lagaceta.com.ar

CIPOLLETTI (Río Negro) 4 -UNION (Sunchales) 5
Del éxtasis a una tarde “desgraciada”

“Cipo” estaba tres goles arriba pero Unión se lo dio vuelta.
Hay partidos que marcan a fuego y el de ayer no será fácil de olvidar. Cipolletti edificaba una holgada victoria sobre Unión de Sunchales y de repente se le esfumaron los tres goles de ventaja. Volvió a ponerse arriba pero en el final el equipo santafesino se lo dio vuelta y se llevó un histórico 5-4 que complicó muchísimo los planes del “Albinegro” en su lucha por conseguir la clasificación a la gran final del Argentino A. El otro dato negro fue que a la salida intentaron agredir a un grupo de jugadores (ver aparte).
En la cancha fue un partido con todos los condimentos posibles: un mal arbitraje de Alejandro Arco (para los dos equipos), cuatro expulsados, muchos goles y una gran responsabilidad del local en la resurrección de un equipo visitante que conquistó una verdadera hazaña.
Es que el “Albinegro” cometió todos los errores imaginables en defensa ante un Unión que, de antemano se sabía, utiliza el juego aéreo como su principal arma ofensiva.Los cinco goles que recibió en el complemento parecieran difícil de explicar, pero no. Cipolletti decididamente no supo cómo cerrar el partido cuando se puso 3-0 arriba en el inicio del segundo, dejó con vida a un rival que siempre se mostró combativo, no logró contener al indescifrable Fabián Espínola que saltó desde el banco como una inyección de vida y después se dejó apabullar con centros que fueron cayendo incesantemente en la red .
De movida el “Bicho Verde” santafesino se paró con autoridad y al albinegro le costó imponerse en el medio y mucho más en ataque, porque intentó mucho por arriba, precisamente donde más cómodo se siente Unión.
Recién después de los 25 comenzó a soltarse y así llegó la apertura. Weisser abrió para la izquierda, Padua la dejó pasar para Dómini, que definió por abajo del arquero.Si el 2-0 que anotó el propio “Pikachu” trajo tranquilidad, el tercero de Manuel Berra, a los 4 del complemento, parecía el moño para una victoria justa y necesaria.Pero cuando tuvo que ponerle un cerrojo al partido, no supo cuidar la pelota ni tampoco maniatar al “15” de Unión, que hizo lo que quiso.
Entre los 9 y los 21 pasó lo que ni los más pesimistas pensaron que podía suceder.Espínola, Fler y García empataron el partido y enmudecieron a la Visera.En el medio fueron expulsados el propio Fler y Carou.
Era todo incertidumbre hasta que sobre la media hora Oscar Padua primero pifió, pero no desaprovechó el rebote y clavó el 4-3.
Ahora sí parecía que todo volvía a encaminarse, pero “Cipo” no aprendió de sus errores y Unión, nuevamente de cabeza, volvió a empatar.
Si la igualdad ya sonaba a casi nada, el 5-4 en favor de la visita, bordeando los 50 minutos, sepultó toda ilusión de ganarlo en el final.
Sin excusas, Cipolletti debió irse al vestuario cabeza gacha y masticando bronca.
"Pagamos la inexperiencia”
Lo que más se escuchó minutos después de la angustiante caída de Cipolletti fueron palabras y frases como “distracciones”, “inexperiencia” y “golpe duro”. Todo en medio de una desolación pocas veces vista en el vestuario local.
“La verdad es que hasta al tercer gol jugamos muy bien, sólidos en todas las líneas. Pero después nos mataron con las pelotas paradas, nos descontrolamos y pagamos caro la falta de experiencia”, comenzó su análisis Domingo Perilli, quien dijo, en una de las pocas frases positivas, que “una tarde desgraciada no va a empañar todo lo bueno que hicieron estos chicos durante el año”.
Para el entrenador “el partido estaba en las manos, pero no tuvimos la tranquilidad necesaria. Ahora hay que ir a ganar a Jujuy para recuperar los tres puntos. Igual, con el triunfo de Atlético, se complicó todo”.
–¿Y ahora, cómo se levanta en lo anímico? –se le preguntó.–Hablando con los muchachos, reflexionando sobre lo que pasó. De estos duros golpes también se aprende.Cristian Martínez también puso énfasis en el poderío aéreo de Unión y a la vez dijo que Cipolletti perdió el partido “por inexperiencia. Es indudable que los únicos culpables de una derrota tan dolorosa somos nosotros”, terminó.
“Teníamos una enorme ilusión, pero se nos apagó un poco con esta derrota. Igual, vamos a pelear hasta lo último”, señaló Manuel Berra. “Cometimos errores infantiles y quedó claro nuestra falta de experiencia. Hay que hacer una reunión, para analizar esta amargura e intentar digerirla”, culminó.
Arbitraje polémico
Una de las postales de la tarde fue el enjambre de jugadores enardecido, de los dos equipos, rodeando al árbitro Alejandro Arco para recriminarle algún fallo. El colegiado debió sacar adelante un partido difícil y erró en varios fallos.El partido fue muy caliente. A los 34 minutos, después de la apertura del marcador de Leandro Dómini, un petardo cayó cerca de Leonardo Ferrero. El lateral se desplomó aturdido y eso enfureció a los plateístas. Desde ahí los ánimos se irritaron más y más.Hubo diez amonestados y cuatro expulsados. No se entendió por qué vio la roja Carou, que fue a buscar una pelota con ímpetu, pero sin mala intención, contra Bergese. Otra polémica: a los 32 del segundo el “Loco” Padua puso el 4-3, pero en la jugada previa pareció off side. En medio del festejo del 5-4 de Unión, Raúl Ruiz le pegó un cabezazo a Maldonado y debió ver la roja. En ese momento, desde el banco de suplentes de los de Sunchales tiraron agua a los plateístas, y Arco tampoco actuó.
Insultos y apriete a la salida
Todo fue atípico en La Visera de Cemento. El resultado, cómo se produjo, la paralización de Cipolletti, la reacción de Unión de Sunchales, la despedida del equipo de Domingo Perilli y la recriminación a un grupo de jugadores en la salida del estadio.Cuando Raúl Ruiz, Henry Sáez y Adrián Nahuel se retiraban de la zona de plateas, fueron abordados por un grupo de hinchas. Hubo insultos y recriminaciones hacia los tres jugadores y el rápido accionar de los policías que estaban en el sector impidió que la cosa pase a mayores.
Nunca un equipo de Perilli se había retirado con una silbatina cortando la atmósfera del estadio “albinegro”. Ayer fueron tenues, pero bien marcados los chiflidos que cayeron, duros y filosos, cuando el 4-5 ya era una sentencia. Y aunque desde la platea devolvieron con aplausos, lo cierto es que también se escuchó un fuerte “vayanse todos...”.
A los 4 del segundo llegó el 3-0 y nadie imaginó que un rato después la misma “Visera” quedaría muda, atónita ante un grupo de jugadores que saltaban enfundados en camisetas albiverdes, algunos tomándose la zona de los genitales para dejar en claro que dar vuelta ese partido fue cosa de hombres.Mientras eso sucedía, más de 6.000 almas penaban rumbo a la salida, con la mirada en el piso y tomándose la cabeza.

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