martes, 17 de junio de 2008

Maipú le ganó por penales a Alvarado y subió al Argentino A


El Súper Dépor se consagró campeón del Argentino B y ascendió al Argentino A. En un estadio repleto de marplatenses (18 mil personas) le ganó por penales a Alvarado después del 0-0 de ayer y el 1-1 en Mendoza.

¿Cómo hacer para explicar tanta locura, tanto desborde de festejos y tanta emoción descargada...?Habría que meterse en la piel de esos jugadores cruzados que lloraron y se abrazaron dentro del campo de juego para llegar a comprender ese espontáneo y genuino desahogo de alegría después de tanta tensión acumulada. Hay que haber nacido con el corazón pintado rojo y negro para poder entender semejante demostración de pasión y delirio en las tribunas del estadio José María Minella.
Habían transcurrido ya 20 minutos del penal convertido por Medina y el delirio de los hinchas y jugadores de Maipú no cesaba, mientras el Gringo Sperdutti lloraba desbocadamente con las manos en su rostro, arrodillado en el círculo central gritando: “¡Sí, viejo, somos campeones...!\\\".
Tras una brillante e histórica campaña, al fin se le dio al Deportivo Maipú el ansiado y esquivo ascenso al Argentino A por el que luchó tozudamente durante tres duros y extenuantes años en el Argentino B. Con una gran muestra de guapeza, el Cruzado logró superar por penales a un serio rival como Alvarado y se consagró merecidamente como campeón.
Por eso goza el presidente Omar Sperdutti, el padre de la criatura, quien junto a su hermano Carlos armó este plantel con jugadores de jerarquía y experiencia, como Leo Torres y Hernán Medina, más el acople de excelentes valores del medio local y de gran futuro, tal el caso del goleador Villaseca. Y, por supuesto, hay que hacerles el honor a jugadores como Enzo Imbesi y el Pelado Molina, que las pasaron todas en el club, pero siempre transpiraron la camiseta y en ningún momento bajaron los brazos. Aunque bien vale el homenaje hacia todos los que fueron los artífices del ascenso maipucino y que hoy serán recibidos con una gran fiesta en la plaza departamental.
El partido arrancó como una final, con dos equipos jugando con mucha vehemencia, pierna fuerte y dientes apretados. Mucha tensión y nervios convivían en el José María Minella marplatense.
Dentro de ese marco fue Alvarado quien mostró una leve superioridad, a través del buen juego de Ceballos y las subidas por izquierda de Villar. La primera del Cruzado fue tras un lateral rápido que sacó Soto, se la dio a Torres y éste a Paratore que no pudo conectar su remate.
En el complemento llegaron tres jugadas claras para el local y parecía que Alvarado se lo iba a llevar por delante. Con mucha garra y entereza Maipú salió a flote con Imbesi como abanderado de la entrega. Con el ingreso de Falcone, el Cruzado salió más adelante. Se animaba un poco hasta que llegó el tiempo de los penales... y la atajada de Olguín y el penal convertido por Medina mandaron al Cruzado al Argentino A.

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